jueves, 8 de enero de 2009

PODEMOS CREER EN SU VENIDA

PODEMOS CREER EN SU VENIDA


Después de años de malos tratos, Armando Valladares era sólo una sombra escuálida y lisiada de lo que había sido. Se lo sentenció a 30 años de prisión por el "crimen" de orar en una iglesia el día de Navidad. Lo sometieron a la tortura, la humillación y el hambre, pero nunca abandonó su fe.


Lo mantenía fiel la promesa que le había hecho a una joven que se llamaba Marta. Se conocieron y se enamoraron cuando él estaba preso. Ella se sentía atraída por la intensa fe de él. Poco después se casaron civilmente en el patio manchado de sangre de la cárcel. A Marta se la obligó a emigrar.


Esta separación fue muy triste, pero Armando se las ingenió para comunicarse con ella. En un pedazo de papel que encontró tirado por allí escribió: "Estaré contigo... Aunque las bayonetas estén en el horizonte o a mis espaldas, no me detendrán".


Armando había decidido que de alguna manera Marta y él formularían sus votos de esponsales ante Dios en una iglesia cristiana. Algún día esa unión sería completa. "Tú siempre estás conmigo" le dijo él.


La promesa que hizo Armando lo sostuvo a través de años de malos tratos que habrían destruido el espíritu de cualquier otro hombre. Y también sostuvo a Marta. Ella se dedicó a trabajar incansablemente para llamar la atención del público hacia la situación de su esposo. Nunca abandonó su esperanza.


Muchas veces nos sentimos tentados a cavilar acerca de la segunda venida de Cristo. ¿Descenderá del cielo realmente para encontrarse con nosotros? ¡Hace tanto tiempo que estamos separados! Un final tan glorioso para la larga y trágica historia de la tierra parece demasiado maravilloso para ser cierto.


Pero hay algo que nos sostiene firmes, algo que mantiene la esperanza viva en nuestros corazones. Se trata de una promesa. El que anhela ante todo disfrutar de una completa relación con su pueblo, prometió volver. Antes de despedirse de sus discípulos les dijo: "No se turbe vuestro corazón... (Juan 14:1-3).


La segunda venida de Jesús es una de las grandes enseñanzas de las Escrituras. Hablan de su regreso unas 2.500 veces. En efecto, mencionan más su segunda venida que la primera. El hecho de que Jesús volverá a esta tierra es tan cierto como que vivió aquí hace dos mil años. Por eso San Pablo pudo proclamar confiadamente que como Cristo "se dio a sí mismo por nosotros", podemos experimentar "la esperanza bienaventurada y la manifestación... de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo" (Tito 2:13).


Hace mucho que Dios prometió que vendría el Mesías, el Libertador, que tomaría sobre sí mismo nuestras iniquidades para ofrecer su generoso perdón por los pecados de la humanidad. Esa promesa le parecía inconcebible al mundo antiguo, que luchaba en medio de la oscuridad. Pero Jesús vino y murió en la cruz. La promesa desembocó en una realidad más gloriosa de la que habían imaginado los hebreos. Su promesa de volver a la tierra también se cumplirá. Podemos confiar en el que nos ama: volverá para llevarse a aquellos por los cuales pagó un precio infinito.


Desde el principio, Armando Valladares siguió enviando a Marta sus poemas, mensajes y dibujos. Ella publicó finalmente algunos de esos escritos. Su tenacidad atrajo la atención del mundo. Se le pidió al gobierno de su país que dejara en libertad a los presos que estaban en la cárcel por asuntos de conciencia. El presidente de Francia en ese entonces intervino personalmente, y en octubre de 1982 Armando Valladares descendió de un avión en París.


No creía que estaba libre ni aún después de bajar de la nave aérea. Pero entonces, después de veinte años de sufrimientos, nostalgias y esperas, Armando corrió para estrechar entre sus brazos a su amada Marta. Poco después la feliz pareja repitió sus votos en la iglesia de San Kieran de Miami. Por fin su unión era completa. Por fin se cumplió la promesa: "Estaré contigo".


¿Podemos imaginarnos qué maravillosa reunión habrá cuando finalmente podamos ver a Cristo cara a cara? Su gloriosa aparición hará desaparecer todos nuestros dolores y frustraciones, y eliminará el dolor de nuestros corazones. La venida de Jesús satisfará nuestros más profundos anhelos y nuestras más caras expectativas. Y entraremos en una unión íntima y eterna con el personaje más maravilloso del universo. ¡Jesús vendrá pronto! ¿Anhelamos encontrarnos con él?


¿Cómo vendrá Jesús? Hay quienes creen que el Salvador volverá en secreto. Pero él mismo dijo: "Ya os lo he dicho antes... (S. Mateo 24:25-27). ¡Cómo un relámpago capaz de alumbrar el mundo entero! Su venida no será un acontecimiento secreto.


El Cristo que aparecerá como Rey de reyes es el mismo que sanó a los enfermos, que abrió los ojos de los ciegos, que le habló amorosamente a la mujer sorprendida en adulterio, que enjugó las lágrimas de los afligidos y recibió a los niños en su regazo; es el mismo que murió en la cruz del Calvario, descansó en la tumba y resucitó al tercer día.


El apóstol San Juan declara: "He aquí que viene con las nubes: todo ojo lo verá" (Apocalipsis 1:7). Otro pasaje añade lo siguiente: "Entonces... (S. Mateo 24:30).


Todos los que estén vivos: justos e impíos, verán a Jesús cuando venga. Será, por lejos, muchísimo más espectacular que el descenso del hombre en la luna o la clausura de los Juegos Olímpicos que millones pudieron ver por televisión. La venida de Cristo superará totalmente cualquier otro evento ocurrido en la tierra.


Cuando nos enteramos de que Jesús viene pronto nos asalta una irresistible tentación: averiguar la fecha de su regreso. ¿Disponemos de esa información? ¿Dice algo la Escritura al respecto? Sí; lo siguiente en palabras del mismo Señor: "Pero del... (S. Mateo 24:36, 44).


No solamente no sabemos nada acerca de la fecha de su venida, sino que no debemos intentar fijarla. En el curso de la historia varios intentaron hacerlo sólo para su vergüenza y confusión. Cuando el Señor venga, todos verán y oirán su venida, pero muchísimos no estarán preparados. ¿Estamos nosotros preparados para recibirlo?


¿Qué hará Jesús cuando venga? Las Escrituras también responden esta importante pregunta. "Así también... (Hebreos 9:28).


Quiere decir que Jesús, entre otras cosas, traerá salvación a todos los que lo esperan. Hay otro pasaje que amplía este concepto: "Enviará a... (S. Mateo 24:31).


¿Quiénes serán los que los ángeles reunirán en esa ocasión? ¿Qué portentoso evento predicen las Escrituras para ese momento? "No os asombréis... (S. Juan

5:28, 29).


"El Señor mismo... (1 Tesalonicenses 4:16).


¿Qué ocurrirá con los redimidos cuando Jesús venga? San Pablo nos asegura que Jesús vendrá a buscar, no sólo a los justos muertos, sino a los justos vivos también. "Luego nosotros... (versículo 17).


"Os digo un misterio... (1Corintios 15:51-53).


Cristo nos preparará para la eternidad. Transformará nuestros cuerpos enfermos y llenos de las huellas del pecado en cuerpos hermosos e inmortales. No habrá más artritis, ni parálisis, ni cáncer. Los hospitales y las empresas funerarias desaparecerán.


¿Qué ocurrirá con los que habrán persistido en rechazar a Jesús? En realidad éstos se destruyen a sí mismos. Cuando vean ese rostro glorioso que vendrá desde el cielo hacia ellos, no podrán sobrellevar la carga de sus pecados y su indiferencia, y clamarán a las montañas y a las rocas: "Caed sobre... (Apocalipsis 6:16). Los impíos preferirán la muerte a la penetrante mirada de Jesús. Saben que esa voz de trueno es la misma que antes les imploraba tiernamente que aceptaran su divina gracia. Los que se afanaron tras el dinero, los placeres, o la fama, entonces se darán cuenta de que rechazaron lo único que tiene verdadero valor en la vida.


Armando Valladares le prometió a su novia que algún día se encontrarían y cumplió su promesa. Pero si analizamos fríamente la situación, nos damos cuenta que Armando de ninguna manera estaba en condiciones de cumplir lo que había prometido. Sin la intervención de Dios nada podría haber hecho. Pero Jesús es Dios; es el Todopoderoso. El prometió volver y a su debido tiempo cumplirá su promesa sin la menor duda.


¿Has descubierto tú la esperanza viviente que puede llenar tu corazón? Si aún no lo has hecho, invita ahora a Jesús para que dirija tu vida. La venida de Jesús resolverá todos los problemas del mundo, pero mientras tanto invítalo a entrar en tu corazón a fin de que puedas resolver los problemas de cada día.


¡Hazlo ahora mismo, sin tardar!

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